34. SIN DAR EXPLICACIONES!!!

 

NO ME GUSTA TENER QUE DAR EXPLICACIONES!!!

 

Es verdad, me he dado cuenta de que una cosa que llevo regular... es tener que dar explicaciones de lo que hago, y también intento no necesitar muchas explicaciones de los demás, sería injusto lo contrario, querer saber lo ajeno... pero no contar lo propio, seríamos hacienda.

 

Y el otro día viendo una película: "EL CURIOSO CASO DE BENJAMIN BUTTON"

(se que es un delito no haberla visto hasta ahora,

pero los que seguís este blog, sabéis que ando trabajando

para solucionar mis carencias cinéfilas, dadme una oportunidad)

caí en la cuenta de lo malo y dependiente que tiene que ser tener que estar dando explicaciones desde que naces a todo el mundo, porque tu apariencia no sea "la normal".

 

Para el que no la haya visto (por si hay otro inculto o inculta en la sala), esta peli relata la vida de un ser humano que va todo el tiempo al revés, nace siendo anciano, y muere siendo un bebé, todo el tiempo al revés. Claro está, podéis imaginaros lo que eso significa, abandono, rechazo, miradas, reacciones, cuchicheos...

 

Y esta semana reflexionando sobre la peli me he dado cuenta de una cosa: Nunca he conocido a nadie que haya sufrido algo igual a eso (lo más parecido que conozco es el caso de Jordi Hurtado, que está estancado en la misma edad), pero si que conozco y he coincidido con gente que solamente por nacer con una diferencia, han tenido que pasar y pasan todos los días de su vida por ese proceso y esas situaciones.

 

Que al nacer lo hagas con una enfermedad rara, que te falte o te sobre algún miembro de tu cuerpo, que tu piel sea especial o tenga alguna peculiaridad, que tus ojos sean los que todos reconocemos como comunes, no deja de ser muy distinto a esto que vivió el señor Benjamin Button.

 

TODA LA VIDA DANDO EXPLICACIONES

 

Si tenemos empatía e intentas ponerte por un momento en su lugar debe de ser terrible no poder olvidarte casi en ningún momento de que no eres exactamente como los demás, saber que los ojos nuevos que te reciben y te valoran siempre van a ser de sorpresa o duda.

 

Se habla mucho últimamente de tratar bien a la gente, porque nunca sabes en el punto en el que está el otro, un mal comentario en alguien débil le puede cambiar el día o la vida, y está genial, tener más tacto, más empatía, pero también deberíamos hablar de los ojos con los que miramos a aquellas personas que no cumplen con el "estándar", y no hablo de pena ni condescendencia, si no de abrir nuestra mente y entender que "lo normal" tiene que ser más grande e inclusivo.

 

Sentirte juzgado un día,

TE PUEDE FASTIDIAR LA JORNADA

sentirte juzgada cada vez que pisas la calle,

TE PUEDE FASTIDIAR LA VIDA

 

Y ahora que las redes sociales nos han dado el "super poder" de tener la posibilidad de opinar de todo, vamos a pensárnoslo muy bien antes de escribir nuestra opinión sobre alguien, sobre su aspecto, sobre su vida, porque ni te lo habrá pedido ni seguro que quieres fastidiarle el rato.

 

VAMOS A JUGAR MÁS Y JUZGAR MENOS

 

que solo hay una letra de diferencia entre las dos palabras, pero mucha diferencia en lo que generan.