EL ESCENARIO SACERDOTE
Uy, perdón, me he equivocado
EL ESCENARIO CURA
Mi profesión me ha demostrado en más de una ocasión que es una buena aliada para distraer a la mente, que en caso de overbooking mental te echa una mano, te despeja.
Hace unos días tuve una situación personal complicada, de esas que te duelen, que te afectan y te dejan con pocas ganas de risas, ni de las propias, ni de las que tienes que provocar en los demás.
Pero al final mi trabajo no deja posponer (a no ser que sea algo muy grave) el espectáculo.
"THE SHOW MUST GO ON"
Que para el que no lo sepa quiere decir: "El elefante se ha hecho un esguince de tobillo"
Decía la gran Lina Morgan que ella en la calle era María de los Ángeles López Segovia, pero que la gente no pagaba por ver a María de los Ángeles encima del escenario, pagaba por reírse con Lina Morgan, tenía que dejar a su "yo personal" fuera de las tablas, y mirar al respetable siendo una de las mejores cómicas que ha dado este país.
Y es un poco así, nuestro trabajo no deja lugar a la tristeza encima del escenario, al igual que cuando era pequeño y tenía excursión mi maestra me decía: al autobús se sube meado y cagado!! Podríamos decir que al escenario se sube llorado!!
Con esto no quiero decir que yo sería el típico artista que entierra a un ser muy querido y se va a actuar para no suspender la función, no lo tengo nada claro, creo que hay veces que el dolor te supera, y no pasa nada, creo que hay veces que tu familia o amigos es más importante que el público, y sobre todo creo que tu como persona eres más importante que cualquier profesión, y te tienes que cuidar o lo mismo no eres igual de bueno en la profesión que tanto respetas.
Una vez me pasó,
lo reconozco,
no fui mi mejor versión
encima del escenario.
Me habrá pasado más veces, y por más razones, pero recuerdo una especialmente, no supe separarme del Jesús personal, y se me notó, no funcionó, no era yo, o quizás era demasiado yo...
mi cuerpo estaba en el escenario, pero mi alma estaba en otro sitio,
concretamente en mi pueblo, con mi familia.
Yo creo que es una cosa que también va mejorando con la experiencia, con aprender a sentirte un personaje encima del escenario, a tener más claro como separar.
El escenario es un juez severo, es directo e instantáneo, no te puedes esconder, y el veredicto lo conoces en el momento, creo que es uno de los trabajos más justos que hay, si gustas... ganas el juicio, si no... AL PILÓN!!
Pero el escenario también te cuida, te arropa, te da parte de los mejores momentos de tu vida, se te puede olvidar un constipado ( y si, lo he buscado en Google a ver si era costipado o constipado), una cojera o un dolor de espalda, porque tiene esa magia de tener que volcarte al cien por cien si quieres ganar el juicio, porque te centras únicamente en que disfrute otro, y quizás eso sea lo más maravilloso del mundo, pensar en sacar la sonrisa de los demás y no en tu ombligo.
Así que, como también decía doña Lina Morgan:
AGRADECIDA, Y EMOCIONADA,
SOLAMENTE PUEDO DECIR,
GRACIAS POR VENIR.